NUESTRA BIOGRAFIA
Gracias por ser parte de nuestro ministerio
NUESTRA HISTORIA
El día 3 de diciembre del año 2017, nació la iglesia Pentecostal A Dios sea la Gloria, en la ciudad de Gaithersburg, Maryland. Los pastores fundadores, Manuel y Laura Silie, empezaron trabajando con el concilio Una Luz en el desierto, quienes nos apoyaron los primeros tres meses. Luego empezamos a trabajar independientemente dirigidos por el Espíritu Santo, registramos la iglesia en el estado de Maryland. Podemos decir: “Ebenezer, hasta aquí nos ha ayudado Jehová y nos seguirá ayudando”. La familia pastoral es de cinco personas:
pastor Manuel Silie, pastora Laura Amador de Silie, hijas Katie Silie, Mailen Silie y Stephanie Silie.
NUESTRA MISION
Nuestra misión es dar a conocer a Jesucristo, exaltarlo como Salvador, Santificador, Sanador y Rey que viene; y completar su Gran Comisión. “Y les dijo:
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:15‑18). Proclamar la verdad de la palabra de Dios, enfatizando el señorío de Jesucristo, la persona y obra del Espíritu Santo y el retorno inminente del Señor Jesús. Evangelizar y discipular primordialmente a personas hispanohablantes y de otras nacionalidades, dándoles un seguimiento espiritual adecuado a sus necesidades, tanto en Estados Unidos como en otras naciones. Somos una iglesia 100% Cristo céntrica, que nos dedicamos a formar los miembros de tal manera que no sean extremistas en ningunos de los dos bandos, ni liberal, ni radical.
NUESTRA VISION
Nuestra visión es que todos seamos salvos. Ser una gran familia donde todos sus miembros establezcan una profunda relación con Dios, siendo todos capa‐ citados para cumplir la gran comisión y el gran mandamiento. Tener nuestro propio templo y levantar iglesias en diferentes estados y países. Preparar pastores, evangelistas y ministerios para enviarlos a ejercer su llamado. Tener una radio, un canal de televisión, vanes y recursos suficientes para ayudar a las misiones. Tener un instituto bíblico o universidad teológica y poder dictar clases de inglés. Levantar una juventud poderosa para impactar a América y al mundo.