Primero, quiero definir la palabra “precio”: esta palabra viene del latín “Pretium” y significa valor, pago, cantidad o calidad. El Precio que se le da a las cosas es un valor representativo tanto en cantidad como en calidad para poder formar parte del sistema de intercambio de productos y bienes de la so- ciedad que se conoce como compra – venta.
Segundo, quiero desglosar la palabra “ministerio” la cual viene del Latín ‘ministerium’, que significa “servicio”. Cada cristiano(a) es llamado(a) por Jesús a servirle y participar con Él, en la misión que el Padre le ha encomendado. El Espíritu Santo le da la fuerza y los dones necesarios para desarrollar ese servicio en comunión con toda la Iglesia.
Tercero, Dios tiene un llamado especial para
cada uno de nosotros.
Cuarto, tenemos que ser obedientes a ese llamado.
Quinto, los procesos de Dios son fuertes, pero los resultados exitosos.
Sexto, estudiaremos la vida de José.
Séptimo, veremos el proceso de David, las luchas, las victorias y sus exitos.
El precio que yo he tenido que pagar y las victorias que Dios me ha concedido y por último daré al- gunos consejos prácticos para todos aquellos que sienten un llamado de Dios.
EL PRECIO DEL MINISTERIO
Primero, quiero definir la palabra “precio”: esta palabra viene del latín “Pretium” y significa valor, pago, cantidad o calidad. El Precio que se le da a las cosas es un valor representativo tanto en cantidad como en calidad para poder formar parte del sistema de intercambio de productos y bienes de la so- ciedad que se conoce como compra – venta.